Para continuar con las heridas del alma que nos regala Lise Boubeau, acompañamos a la autora en sus palabras, para aprender a identificar si se encuentra activa en nosotros la herida de Traición.
Suele darse esta herida con un padre (del sexo opuesto al tuyo) con quien hay una fuerte atracción o lazo de amor, generando un fuerte complejo de Edipo o Electra que no se ha resuelto. Eso significa que la dependencia con el padre del sexo opuesto es muy fuerte, y en sus relaciones futuras esperarán mucho de su pareja esperando recibir lo que no recibieron de su padre/madre.
En sus relaciones les costará comprometerse por miedo a ser decepcionadas (traicionadas). De niño/a se sintió traicionado por el padre de sexo opuesto cada vez que ese padre no mantenía su palabra o promesa, o cada vez que no cumplía sus expectativas de “padre ideal”. El niño también se sentía traicionado cada vez que su padre del mismo sexo se sentía traicionado por el padre del sexo opuesto.
Una niña podría sentirse traicionada por su padre si sentía que este le daba menos atención cuando nació otro hermanito.
Para no sentir la herida de traición, la personalidad construye la máscara del control. Quieren mostrar al mundo que son gente de confianza, responsables, con palabra, fuertes, importantes.
La traición es tan inaceptable para ellos que son incapaces de reconocer que ellos mismos podrían ser capaces de traicionar a otros (o a sí mismos). Y eso es justamente lo que ocurre, aunque les costará mucho reconocerlo. Si por ejemplo ellos traicionan a alguien no cumpliendo su palabra, encontrarán todo tipo de excusas para justificarse, incluso pueden mentir (algo inaceptable que hagan los demás). Son muy hábiles en decir a los demás lo que quieren oír, pero a menudo son inconsecuentes consigo mismos.
Los controladores tienen fuertes personalidades, son líderes en potencia. Piensan que tienen la razón, intentarán convencerte, y probablemente lo conseguirán. Son de pensamiento y acción rápida, tienen talento pero les falta paciencia y tolerancia hacia los que son más lentos. Cuando las cosas no salen a su manera, pueden volverse agresivos con facilidad, que es una forma de mostrar su “fuerza” y su “control”. En realidad son las personas que tienen más desequilibrios emocionales, y no se dan cuenta que con su actitud volátil hacen que los que les rodean se sientan desorientados y además traicionados.
Les gusta tenerlo todo bajo control. Llegan antes a los lugares, les gusta planear el futuro, son muy exigentes con los demás (pero no tanto consigo mismos), y encuentran difícil delegar y confiar en los demás. A los controladores les gusta que todo el mundo sepa lo mucho que ellos han hecho o están haciendo, para sentirse responsables y dignos de confianza. Sin embargo, les cuesta mucho revelar su intimidad, por miedo a que sea usado en su contra (desconfianza); no en vano viven con la sospecha constante de la traición y el recelo. Al tener dificultades de mostrar su vulnerabilidad tienen problemas a la hora de expresar sus emociones y sentimientos, blindándose emocionalmente. “Es peligroso que se sepa cómo me siento”.
Les gusta tener siempre la última palabra, y organizar la vida de los demás (es una forma de manipular el controlar al otro). Son personas sensibles pero no muestran su sensibilidad pues están ocupados en mostrar su “fuerza” y su “control”. Buscan ser “vistos”, ser “especiales” e importantes. Suelen ser impacientes e intolerantes. Actúan para llamar la atención del otro.
Tienen que saber un poco de todo pues les cuesta mucho aceptar que pueden no saber todo. Si alguien les pregunta algo que no saben, antes que decir “No sé” probablemente se inventarán la respuesta pareciendo que controlan el tema. Odian sentirse controlados. Tienen problemas con la autoridad, pues piensan que les quieren controlar. No se dan cuenta que normalmente ellos están dando órdenes a los demás y decidiendo por los demás.Les gusta saber que ocurre en todo momento, y dan su opinión sin que se la pidan. Su reputación es muy importante para ellos. Cuando hablan no se revelarán completamente; sólo hablarán de cosas que realzan su reputación, su confianza y responsabilidad.
Tienen miedo a admitir sus miedos y a hablar de sus debilidades; a mostrar su vulnerabilidad por miedo a que alguien se aproveche de ello y pueda controlarle. No les gustan las sorpresas, pues pueden perder control. Su actitud muchas veces es manipuladora. Si alguien no confía en ellos - lo cual es normal hasta que no se sane la herida- se sienten traicionados.
El controlador tiene mucho miedo del compromiso. Son seductores (para controlar al otro) pero en el fondo tienenmiedo que un fuerte compromiso pueda romperse, y sentirse traicionados. Pueden confiar más si no hay necesidad de verse involucrado. Les perturba profundamente el cambio.Sienten más confianza con los amigosque con la pareja, pues con la pareja el miedo a sentir su herida es mayor. El controlador experimenta más separaciones y rupturas sentimentales que cualquier otra persona. Suelen tender a buscar parejas que consideran que puedan controlar, manipular o transformar para no perder su sentido de falso poder ,control y fuerza.
Cuando empieza dejar de sentir pasión/romance con la pareja, empiezan a sentirse decepcionadas, y encuentran maneras de hacer que su pareja le abandone, y así no serán acusadas de traición ellos mismos, repitiendo su patrón de herida.
La causa principal de sus problemas sexuales tiene que ver con el vínculo que crearon con el padre de sexo opuesto a quien idealizaron tanto que ninguna pareja puede cumplir sus expectativas. Pueden incluso renunciar al goce sexual, y siempre encuentran una buena forma de justificar su decisión.
Si tienes esta herida es importante que te des cuenta que tu padre de sexo opuesto con quien tu herida se activó, ha sufrido y sufre probablemente todavía la misma herida con su padre del sexo opuesto.
Normalmente quien tiene la traición como herida, tiene la herida del abandono. Por no querer aceptar dependencia afectiva (con el padre de sexo opuesto) desarrollan la coraza y la máscara de control que les impida ver su herida de abandono.
La herida puede producirse entre los dieciocho meses y tres años.
La importancia de trabajar estas heridas desde todas las áreas, inclusive lo espiritual. Es necesario rescatar el equilibrio entre mente, alma y espíritu, para ello Cary Palmon, es su obra Reparando un corazón roto, nos comparte lo siguiente.
Cuando la herida no se aborda, ésta desarrolla barreras mentales y –por último– puede desarrollar un ámbito ideal para que la persona sea controlada u obstruida en su desarrollo espiritual y social. En muchas ocasiones, el patrón de pensamiento negativo causa dolor y heridas en aquellos que ellos aman.
Cuando uno va al doctor con algún tipo de malestar físico, el médico comienza a hacer una serie de preguntas esenciales para reconocer –a través del síntoma– de dónde proviene el malestar y traer la cura necesaria para el cuerpo.
De esta misma manera, nosotros tenemos que abrir nuestro corazón al Gran Médico y dejar que nos examine para obtener la sanidad de nuestras almas. Es importantísimo identificar las áreas en las cuales necesitamos sanidad, para que el día de mañana, cuando tengamos que hablar del hecho sufrido, podamos hacerlo sin dolor y sea evidente que hemos sido sanados. Dios utilizará esta victoria para convertir todo evento trágico y doloroso en uno que traerá sanidad a otros que la necesitan.
El engaño, la ignorancia y el pecado causan heridas en el alma y le permiten al enemigo de nuestras almas tener acceso legal a ellas, en su misión de "robar, matar y destruir" (Juan 10: 7).
Existe una diferencia entre el engaño y la ignorancia. Cuando la persona no tiene el conocimiento de que está siendo engañado, es ignorancia. Esta es la razón por la cual el conocimiento o comprensión sobre asuntos claves en la vida es tan importante.
La ignorancia, o la falta de conocimiento en el asunto, hace que la persona sea una víctima propensa a todo tipo de engaños: a través de engañarse a sí misma o del engaño por parte de otras personas.
Desgraciadamente, la ignorancia es una puerta abierta para el engaño, y es una forma de esclavitud mental que hace que la persona sea vulnerable. La falta de conocimiento acerca de cierto tema puede ser una puerta abierta para aceptar todo tipo de creencias peligrosas, falsas doctrinas y enseñanzas, con la suposición de que son bíblicos.
"Mi pueblo fue destruido por falta de conocimiento", Oseas 4: 6.
El pecado (error) tiene las mismas consecuencias, ya sea cometido a sabiendas o por ignorancia. La solución para los pecados cometidos por ignorancia es saber la verdad necesaria para combatir la tentación. Una vez que la persona sabe la verdad, la única manera en que puede caer es dándole la espalda a la verdad. Cuando esto ocurre, se dice que la persona ha caído en el engaño. Ciertos pecados que ocasionan una herida incluyen: la participación en prácticas ocultas, pecados sexuales, la falta de perdón, los conflictos graves entre un padre y un hijo y muchos otros.
Si te has identificado hasta acá, comienza a preguntarte ¿en qué te traicionas? ¿Cuál es el área en tu vida, que falta reconocer que te has traicionado? ¿Qué consideras traición?
Siempre vuelve a ti, a tu corazón y desde ahí comienza a gestionar tus propias emociones, tus propias palabras, tus propias acciones.
Todo comienza en casa.
Cuerpo- Alma- Mente- Espíritu
La riqueza que dejamos en manos del enemigo
La toma de consciencia es desde adentro hacia afuera.
Poner en palabras aquello que no podemos asimilar.
La percepción desde tu interior.
El rechazo desde el alma y el espíritu.
El abandono, su dependencia en el alma y en espíritu.
La humillación y su máscara del masoquista.
Su máscara de rigidez y una mirada espiritual.