Sócrates, filósofo emblemático de la antigua Grecia, nos indica que la clave para tomar decisiones sabias es hacernos preguntas. Al cuestionar suposiciones y explorar diferentes opciones, se puede llegar a lo recóndito para dar lugar a una verdadera elección.
En el día a día vamos tomando decisiones, consciente o inconscientemente.
Hace un tiempo, hablaba con una persona que tenía que tomar una decisión importante para su vida, seguir con su trabajo convencional, (para el cual se había preparado académicamente) o tomar la opción de ser independiente haciendo lo que disfruta. Esta persona me decía ¿Cómo se yo que la decisión que tome será la correcta?.
A lo cual yo le respondí, escucha tu corazón, respuesta hermosa y amorosa pero en ese momento para la persona carecía de sentido.
Me puse a re flexionar sobre lo charlado y comencé a cuestionarme. Cada decisión que tomamos esta cargada de emoción, creencias, patrones repetitivos, idiosincrasia del lugar donde vivimos. Toda y cada decisión está atravesada por múltiples factores.
Entonces, ¿Cómo podemos tomar una decisión basada en nuestro sentir, en nuestro interior?. Quiero compartirles ese “como” que yo implemento.
-Interrogo cada paso de forma sincera conmigo misma.
-Me pregunto ¿Qué emoción me despierta la decisión que quiero tomar?.
-¿Qué creencias hay detrás?.
-¿Cómo me veo de aquí a 10 años con lo que elegí?.
-¿Está decisión se ajusta a mis valores y a la vida que quiero llevar?.
Somos responsables de cada decisión que tomamos en esta vida, parar, evaluar, sentir y desde ahí tomar acción.
Rodrigo Macias, al termino de cada podcast dice esta frase y se las comparto..."somos el resultado de las 5 personas con las que nos rodeamos y nos convertimos en lo que escuchamos."
La responsabilidad personal es un pilar fundamental en nuestro desarrollo como individuos, cada elección que hacemos, por pequeña que parezca, tiene el potencial de influir en nuestro camino y en el de quienes nos rodean. Por eso, es crucial cultivar la práctica de la toma de decisiones consciente.
El arte de la decisión consciente
Pausa y re flexión
Antes de actuar impulsivamente, es sabio detenerse y crear un espacio mental. Este momento de pausa nos permite alejarnos de las reacciones automáticas y nos brinda la oportunidad de evaluar la situación con mayor claridad.
La importancia de la respiración
Tomar respiraciones profundas no solo oxigena nuestro cuerpo, sino que también calma nuestra mente. Esta práctica simple pero poderosa nos ayuda a:
Reducir el estrés
Mejorar la concentración
Conectar con nuestro cuerpo y emociones
Avalando nuestras opciones
Antes de tomar una decisión, es fundamental considerar todas las opciones disponibles. Esto implica:
1. Identi ficar las alternativas
2. Evaluar los pros y contras de cada una
3. Considerar las posibles consecuencias a corto y largo plazo.
Sintonía con nuestras emociones
Sentir no es una debilidad, sino una fortaleza. Nuestras emociones son una brújula interna que nos guía hacia decisiones más auténticas y alineadas con nuestros valores. Aprender a escuchar y comprender nuestros sentimientos nos permite:
Tomar decisiones más integrales
Desarrollar una mayor autoconciencia
Mejorar nuestras relaciones interpersonales
De la reflexión a la acción
Una vez que hemos pasado por el proceso de pausa, respiración, evaluación y conexión emocional, estamos mejor preparados para actuar. La acción que surge de este proceso tiende a ser:
Más coherente con nuestros objetivos y valores
Menos propensa a arrepentimientos futuros
Más efectiva en la resolución de problemas
En conclusión, asumir la responsabilidad de nuestras decisiones implica un compromiso con nosotros mismos y con nuestro entorno. Al incorporar estas prácticas en nuestra vida diaria, no solo mejoramos la calidad de nuestras decisiones, sino que también cultivamos una existencia más consciente y plena.
Los invito a estar atentos a todo lo que nos rodea, esto influye a la hora de tomar nuestras decisiones, por ello es tan importante el camino del autodescubrimiento.
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