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Para cambiar es necesario romperse

Uno de los grandes milagros de la vida es poder transformarnos. Creencias limitantes.

Resurgir
Parará, Entre Ríos. Argentina.

Nos romperemos muchas veces en este gran juego que se llama vida, pero cada vez que creas que es el final vas a resurgir, mas consciente, mas sabio/a, amando cada parte de tu ser y siendo de ayuda para otros.

"Uno de los grandes milagros de la vida es poder transformarnos, que aburrido deberá ser mantener siempre los mismos gustos, creencias y círculos de personas. Estaríamos estancados sin poder avanzar."

Interrogantes.

¿Quién soy? ¿a qué vine a esta vida? Estas preguntas rondaban en mí frecuentemente, en ese momento de mi vida me sentía vacía, no encajaba en ningún lugar, de a momentos frustrada por que no lograba construir una vida convencional.

Y mi interior, se veía azotado por un huracán de preguntas y emociones imparables, el llanto me inundaba en soledad y en ese momento no encontraba una salida valedera.

Así fue como cansada de lo que me estaba sucediendo me entregué diciendo ¡basta! lo único que sabía es que quería un cambio en mí vida y así fue como comencé un camino de autodescubrimiento, llegaron libros, herramientas como el Reiki la disciplina del Coaching Ontológico, quienes impulsaron mi comienzo en esta gran carrera.

A la distancia puede darme cuenta que había dejado morir la mente para darle paso a lo que se llama la noche oscura del alma. Había puesto luz a un tema que permanecía en la oscuridad o subconsciente como tú quieras llamarlo, pase la noche oscura del alma para renacer y dar paso a una nueva Gaby.

Había pasado por mi primer proceso de evolución una transformación de mi ser donde mi esencia atravesó por etapas que son necesarias para renacer.

Aceptación.

Lo primero que me sucedió fue la aceptación aceptar que mi alma, mi ser y mi cuerpo me pedían un cambio, luego llego el dejar morir la que era trayendo sufrimiento he incomodidad en el explorarme para darle paso al renacer.

Somos seres mutables que habitándonos nos reencontramos con nuestra esencia para visibilizar los dones que traemos con nosotros solo nos falta recordarnos.

Elegí ser Life Coach, Terapeuta Holística para acompañar a personas en su proceso de descubrimiento.

Cuando hablo de morir

Sentía que moría literal, el mundo en el que vivía, amistades, el amor, la carrera que había estudiado, todo lo que me rodeaba se desvanecía, pero a parte del mundo tangible, experimentaba dentro mío un dolor tan profundo que provocaba un vacío inigualable y yo lo expresaba llorando largas horas, les aseguro que en ese entonces gaste muchos rollos de cocina secando mis lágrimas.

Mi cuerpo y alma me pedían el cambio que se estaba dando, aunque no podía darme cuenta de lo que sucedía.

El coaching fue esa primera puerta de entrada para el crecimiento personal, donde pude percibir que todo lo que yo estaba viendo de mi vida en ese momento era acotado lo estaba haciendo desde un puntito. Recuerdo que cuando leí un apunte, dije claro.. estoy observándome desde lo que yo tenía aprendido desde mis creencias, miedos, y descubrí en mí, el poder explorarme, preguntarme y volver a unir esas piezas que para mí ya no tenían solución.

Cuando uno le pone esa luz a un tema, por ejemplo, una creencia limitante pasa de ser inconsciente a ser conciente, pero ¿Qué hago luego de que esto sucede?, comienza el desafío de transformarla con amor (somos polaridad).

El Reiki arropó mis centros energéticos, los activó correctamente para que esa energía vital comience a funcionar de la forma como tendría que ser.

Para poder transitar este camino al renacer, me acompañaron técnicas, herramientas y el estar acompañada por un Coach.

Cada mañana al despertar tomaba respiraciones profundas, unas tres respiraciones profundas.

Luego Meditaba, era nueva en el tema así que ponía meditaciones guiadas y solo ponía mi atención en la voz del que la desarrollaba.

Tenía un cuaderno donde anotaba cinco cosas por las cuales estaba agradecida (mi cuaderno de la gratitud).

Tomaba sesiones de Reiki mientras me preparaba a tomar el segundo nivel.

Escribía una hora por día recuerdo que leía “El camino del artista” de Julia Cameron.

Así comencé a bucear en mi primero y luego formarme para poder acompañar a otras personas. Todo lo que comenzó con lágrimas con desapegos que dolieron vacíos inexplicables estaban dando lugar a la persona en la que comencé a convertirme. Bendita sean las noches oscuras del alma que tanto nos traen.

Me despido de ustedes, con un abrazo amoroso. Les dejo de regalo esta pregunta que me la hago cada día.

¿Qué más es posible hoy para mi universo?